Luego del devastador terremoto en Japon el pasado 11 de Marzo, se conocío que Gracias a un nuevo sistema de alerta, los residentes de Tokio probablemente tuvieron alrededor de 80 segundos de advertencia antes de que un terremoto se sintiera por toda la ciudad luego de golpear la tierra a 373 kilómetros de distancia, frente a la costa noreste de Japón.
Japón posee el sistema de alerta inicial de terremotos más avanzado del mundo, con más de 1.000 sismógrafos dispersos por todo el país. En conjunto, detectan temblores y permiten efectuar advertencias breves no sólo a los sectores vulnerables, como los ferrocarriles y los servicios públicos, para que puedan frenar los trenes de alta velocidad y apagar las líneas de gas, sino también al público a través de la televisión, Internet y los mensajes de texto.
“Este terremoto ha golpeado probablemente al que yo considero el país mejor preparado en el mundo en cuanto a preparación frente a terremotos“, asegura Stephane Rondenay, geofísico en el MIT. Los sismógrafos detectan la primera evidencia de un terremoto, las ondas P, que tienen longitudes de onda corta y por lo general provocan pocos daños-y calculan la ubicación del epicentro. Las ondas de mayor longitud y mucho más perjudiciales, las ondas S, vienen a continuación, por lo general en cuestión de segundos.
El terremoto ocurrió a las 5:46 GMT. Los sensores probablemente tardaron unos diez segundos en detectar las suficientes señales como para concluir que el terremoto era grave y emitir las alertas. Dado que las ondas secundarias más perjudiciales viajan a 4 kilómetros por segundo, les habría llevado cerca de 90 segundos recorrer los 373 kilómetros hasta Tokio, señala Rondenay.
Japón también podría haberse beneficiado de las mejoras estructurales realizadas desde el devastador terremoto de Kobe en 1995. “Mi sensación es que los edificios aguantaron muy bien. Cada vez más y más edificios se están construyendo con dispositivos de disipación”, que absorben los temblores, señaló Eduardo Kausel, profesor de ingeniería en el MIT, especializado en ingeniería sísmica. “Los japoneses aprendieron una dura lección en Kobe y les avergonzó el nivel de los daños, por lo que han tratado de corregir la mayoría de los defectos conocidos en los años intermedios. Sin embargo, hagas lo que hagas, habrá daños. La ingeniería sísmica posee un grado de incertidumbre”.
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